Cuando me miro al espejo pienso que el tiempo no perdona, no pasa en vano. Frente al reflejo de lo que fui y la realidad de lo que soy, se alzan los fantasmas del ayer. Sus ropajes, colgando como túnicas, me acechan en la oscuridad. La luz que emana del vidrio los muestra, atisbando desde el pasado, hurgando en la llaga que vuelve a sangrar una y otra vez. Ya es hora de ahuyentarlos, me digo.
--¡Fuera!
--¡Fuera!
¡Ay, si con decirlo sucediera! Pero no, la realidad sobrepasa la ficción. Mientras lloro de dolor, ellos se empeñan en reír con esa risa burlona, muecas y antifaces listos para el teatro, este teatro de mi vida. Entonces mis ojos buscan ufanamente el hoy, la verdad que como espada cortante hiere, mutila, corta. Blandiéndola, la hundo con fuerza en la profundidad del ayer. Con un golpe seco corta el dolor, dejando en el espacio un ruido ensordecedor. Y los fantasmas caen como soldados que en su marcha perdieron el equilibrio. Caen, como hormigas fumigadas por un insecticida cruel. Caen, como ratas ingenuas que pisan la trampa. Caen, como rayos que el cielo lanza con furor en el viento. Caen, derrotados y muertos. Siento el placer de verlos deshechos. Y me levanto, como el ave fénix, del ayer tormentoso, del dolor de la niña y de su ingenuidad perdida. Entonces, el espejo me devuelve la imagen triunfal de Diana, que en la lucha salió victoriosa
Todas luchamos cada día con nuestros fantasmas, no siempre con el mismo éxito. Excelente,Zulma
ReplyDeleteFelicidades bloguera, bienvenida a Azules Naranjas
ReplyDeletey dejemos los fantasmas atrás para disfrutar de este nuevo ciclo.
Préstame tu espada a ver si funciona con los míos...
ReplyDeleteCongrats y bienvenida.
Raquel
llego hasta tu casa ya que el blog festeja hoy 20.000 visitas y te invita a que recojas los premios que hoy quiero compartir contigo y todos los bloggeros, un abrazo de luz Helen
ReplyDeleteBuen texto. Interesante pensar que algún día todos nos tendremos que enfrentar a los fantasmas o como los queramos llamar.
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