El paraíso era tierra de nadie, pero estaba poblado de arkiches, bututús, quiarus, churilgas y gafbes. De los árboles colgaban engatas y zalotos. En los aires cantaban el malit, el cintigo y el sinmigo. Entre la maleza rugían las chimoyas, la jinafia y el otiche.
Entonces llegó el hombre y el paraíso se perdió, y con el paraíso, el nombre de todas las cosas y entre las labores que cansaron al hombre estuvo renombrar la creación.
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Que super bien, estoy feliz por ti,ya era hora de sacar a la luz todos los talentos que tienes ademas de la arquitectura . Ahora eres Katinka
ReplyDeletela escritora. Feliz marzo 18-2009.
Y no descanzara hasta ver que quede todo destruido por su indiferencia hacia ela ayer el hoy y el mañana.
ReplyDeleteSaludos y enhorabuena
Y a los escritores nos tocó borrar las jintáforas y escribir los nuevos nombres...
ReplyDeleteComo decía nuestra amiga Sylvia: Si bueno y breve...